jueves, 18 de septiembre de 2014

El trastorno infantil de moda

TDAH, ¿mito o realidad?

Hace un tiempo, saltó la noticia sobre que el “descubridor” del TDAH había afirmado unos meses antes de morir que ésta era una enfermedad ficticia. Desde ese momento se hizo la polémica. ¿Es cierto que es un invento o simplemente quiso decir que las razones no son tan médicas como psicosociales?

¿Quién diagnostica el trastorno?

Para empezar, para realizar un diagnóstico sólo es necesario pasar un test a padres y profesores, ya que no hay pruebas “biológicas” y, por supuesto, no hay pruebas 100% fiables para ello. Por esto, y por muchos otros motivos, hoy en día existe un sobrediagnóstico de este trastorno. Padres y profesores podrían contribuir a ello, ya que actualmente existe una baja tolerancia a las travesuras e inquietud de los niños. No estoy diciendo con esto que no haya niños que realmente tengan un buen diagnóstico de TDAH, pero en muchos casos son los propios padres y profesores los que se empeñan y casi exigen  etiquetar al niño de esta manera ya que les causa más “molestias” que el resto, y no estamos acostumbrados a tener que esforzarnos más de la cuenta.

La polémica del tratamiento

Una vez que el niño es etiquetado como TDAH, hay que pasar al tratamiento. Es aquí quizás donde surge la verdadera polémica. Hace poco escuché hablar a un neuropediatra, el cuál aseguraba que el único tratamiento eficaz es la farmacología, o como también gusta llamarlo, drogar al niño para que sea más tranquilo. Según este señor, estaba demostrado que los tratamientos conductuales no tenían nada que hacer en este sentido, a no ser que se presentaran combinados con la pastilla.

Reflexión final

Obviamente, con afirmaciones como ésta uno se echa las manos a la cabeza. ¿Quiere esto decir que el niño diagnosticado con TDAH está condenado a vivir bajo los efectos de una pastilla? Parece que hasta el momento es así. Afortunadamente, no todo el mundo se contenta con eso y también se aboga por tratamientos conductuales.  Aún siendo un buen diagnóstico, vivir bajo los efectos del fármaco desde tan pequeños puede acarrear muchas y malas consecuencias. Entre otras (como efectos secundarios), estamos enseñando al niño a que todo se puede solucionar desde fuera, de manera fácil, sin tener que esforzarnos y que los problemas no dependen de nosotros, sino de algo que no podemos controlar ni solucionar por nosotros mismos.

Para el que quiera entrar un poco más en el tema, dejo el link a un artículo donde se habla de estos temas de manera más profunda:


          http://faros.hsjdbcn.org/adjuntos/130.2-tdha.pdf


Por: Sara R. Aguilera Esteban

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