jueves, 12 de febrero de 2015

Los 4 Grandes Mitos del Amor

Se acerca San Valentín y el romanticismo se apodera de nosotros, vemos corazones por todas partes y pensamos en cómo pasar el día o la noche con nuestras parejas.


El amor y la vida en pareja es uno de los grandes temas de nuestra sociedad, y es que enamorarse es muy fácil. Cualquiera puede hacerlo, no requiere esfuerzo, simplemente es algo que ocurre sin más. Mantenerse enamorado es otro tema, es algo que sí que parece un gran desafío. Un desafío que aumenta y se mantiene por toda la información que vierten en nuestra cabeza desde que somos niños. Empezando por los cuentos en los que príncipes y princesas viven felices para siempre, pasando por Hollywood y los finales felices, así como libros, series de televisión y demás material que se empeña en mantener los mismos mitos de toda la vida. Aquí van los cuatro grandes:


  • El compañero perfecto
¿Sabes que hay alguien hay fuera que es perfecto para ti? La persona de tus sueños está ahí parada, matando el tiempo, esperando a que la encuentres. Búscala y encontrarás una pareja que cumpla con todas tus fantasías, complete todas tus necesidades y con quien vivas para siempre en felicidad eterna.

Esto es tan cierto como los Reyes Magos.

Dicen que hay dos tipos de parejas, aquellas que tienen una relación maravillosa, y aquellas que conoces realmente bien. Así que no, no existe eso que llamaríamos "la pareja perfecta", y sin embargo, perdemos una cantidad enorme de tiempo y energía comparando a nuestras parejas con otras personas. Pensando en la pareja que podría ser o debería ser. ¿Tan difícil es dejar de pensar en los errores y defectos de la pareja?¿O en cómo la vida sería mucho mejor si el/ella cambiase?

Por supuesto, no estoy diciendo que uno tenga que "tragar" con todo lo que haga o diga su pareja, pero sí me gustaría que los lectores se parasen un poco a pensar en si realmente se hacen este tipo de preguntas y en cuanta frustración, ira o decepción les hace sentir. Estas creencias acerca de cómo debería o podría ser tu pareja, ¿cómo están afectando a tu relación?¿La están ayudando o la están destruyendo?
  • Tu me completas
Esta no es una idea que me agrade especialmente. Asumir que otra persona "te completa", algo así como que es tu "media naranja" es como asumir que tu, como individuo, estás incompleto. Esto te coloca en una posición de necesidad y dependencia, en la que el miedo a estar solo/a puede llegar a controlarte, lo cual es muy peligroso de cara a mantener una relación sana.

Por fortuna, y en contra de lo que pudieras creer o pudiera decirte tu mente, todos somos naranjas completas, tengamos o no una pareja a nuestro lado. Una vez que uno asume que es un ser completo, individual e independiente, es cuando puede actuar con honestidad para consigo mismo y ser más auténtico en sus relaciones, respondiendo a sus propias necesidad y no al miedo al rechazo o a la soledad.
  • El amor debería ser fácil
Una vez que hemos asumido nuestra individualidad, esta frase de aquí arriba cae por su propio peso.  

Estás compartiendo un largo periodo de tiempo con otro ser humano que tiene: diferentes pensamientos y sentimientos; diferentes intereses; diferentes expectativas sobre labores del hogar, sexo, religión, paternidad, vacaciones, tiempo de ocio, etc; diferentes estilos de comunicación, negociación y expresión; diferentes reacciones sobre lo que le gusta y lo que no; diferentes gustos en comida, sexo, deportes, ocio y trabajo; diferentes conceptos de limpieza y suciedad; familiares y amigos con los que no te llevas bien; manías y costumbres de toda la vida que están muy arraigadas y que te molestan...

¿Suena como algo fácil?

Por supuesto, puedes pensar que si realmente eres compatible, no existirán estas diferencias y podrás tener una relación perfecta, pero como habrás supuesto, eso te devuelve al Mito 1: el compañero perfecto. El hecho es que siempre hay alguna diferencia significativa entre los miembros de una pareja, ya sea en las áreas mencionadas arriba o en muchas otras. Esa es la razón por la cual las relaciones no son algo fácil.

Requieren comunicación, negociación, compromiso y aceptación de las diferencias. También requiere ser honesto con uno mismo y con sus necesidades, deseos y sentimientos. Esto es todo un desafío, pero mientras sigas anteponiendo las expectativas de que tu pareja piense, sienta y actúe como tu, más cerca estarás de la decepción y la frustración.

  • Amor eterno
Cuando se pregunta a la mayoría de la gente sobre el amor, este es descrito como una emocionante mezcla de sentimientos, pensamientos y sensaciones. El problema de ver el amor de esta manera es que normalmente los sentimientos no duran mucho. Lo que mucha gente entiende por amor o enamoramiento es lo que se conoce como "fase de luna de miel", que es ese punto en que las reacciones emocionales son más intensas y reaccionamos hacia nuestra pareja como reaccionaríamos hacia una droga.

Por tanto, si definimos así el amor, este no puede ser eterno. Esta fase tiene una duración media de unos dieciocho meses y, como mucho, puede durar tres años. Hay muchas parejas que llegados a este punto, deciden acabar con la relación argumentando que se acabó y que ya no sienten lo mismo.

La verdad es que suena bastante triste, pero también hay otra gente que se da cuenta de que no es hasta el final de la fase de luna de miel cuando realmente se puede desarrollar una relación significativa. Hay que tener en cuenta que en esa primera fase estás "intoxicado" por tu pareja y no eres capaz de verla como realmente es, si no que ves una fantasía inducida por el enamoramiento.

Una vez acabada esa fase es cuando aparecen los defectos. Esto puede ser un shock, pero también es una oportunidad para desarrollar una relación más íntima, significativa y verdadera.

En este punto, conviene dejar de ver al amor como una emoción o un sentimiento. Las emociones van y vienen con el viento, no puedes controlarlas. Sin embargo, ver el amor como un acto puede acercarte mucho más al tipo de compañero que quieres ser y el tipo de relación que quieres construir.

Esto no es fácil, para hacerlo debes hacer hueco para el enfado que te consume y dejar ir a los pensamientos sobre cómo tu llevas razón y tu pareja está equivocada. Convendría preguntarse qué es más importante para uno, si llevar razón en una discusión, o ser un buen compañero/construir una relación sana. Por supuesto, estoy hablando de dejar de lado el orgullo en esos momentos y ser capaz de disculparse(como acto de amor) en pos de conseguir la relación que queremos tener.


En resumen, la cultura popular nos empuja a encontrar a la pareja perfecta, sin la cual no estamos completos y que, una vez hecho eso, podrás vivir feliz y enamorado el resto de la vida sin ningún tipo de esfuerzo. Si te mantienes en esos mitos, lo más probable es que te encuetres peleando contra la realidad y envuelto en la decepción y la frustración. 

Entonces, ¿cuál es la alternativa? ¿Resignarse a vivir una relación basada en actos de amor aunque no lo sientas nunca más? Esa es, de hecho, una alternativa, aunque no una recomendable. Lo recomendable sería tratar de construir la mejor relación posible ,dadas las circunstancias y posibilidades de cada uno. Esto es, una relación en la que puedas actuar con amor, aceptar las diferencias, manejar tus emociones de forma más efectiva, apreciar lo que tu pareja tiene que ofrecerte y continuar viviendo y creciendo hasta el último día.


Escrito por Alejandro Sola Berenguel.

Nota: Este artículo está basado en el libro ACT with love, de Russ Harris. El libro es una adaptación de la Terapia de Aceptación y Compromiso(ACT, por sus siglas en inglés) a los problemas de pareja. Un libro que recomiendo encaredicamente tanto a psicólogos que traten estos problemas, como a parejas que quieran conocerse un poco mejor y mejorar juntos. Es un libro que puede autoaplicarse con facilidad y, bueno, el único problema es que por ahora solo está disponible en inglés.

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